A veces necesitamos reponer energías luego de una larga semana con mucho trabajo, cuando esto me ocurre pienso que con una sopita recupero las fuerzas para continuar trabajando y fortalecer mi organismo también.

Para esta ocasión se me ocurrió hacer una sopita de pollo bien espesa al punto de “crema”, vean aquí cómo estuvo todo:

1.- Previamente debemos tener pollo bien lavado y cortado en piezas pequeñas, de igual modo las verduras lavadas y cortadas en trozos que al cocinarse se ablanden rápidamente.

2.- En una olla con agua agregamos todos los ingredientes y sazonamos de una vez al gusto. Yo usé una olla de presión para ablandar las verduras en poco tiempo. Tapé la olla y lo cociné por 1 hora y media.

3- Luego de este tiempo dejé reposar antes de destapar a olla, el resultado fue una cremosa sopa de pollo.

El gran secreto para que una sopa te quede cremosa es utilizar verduras de naturaleza blanda como la auyama el ocumo blanco y la yuca, estas al cocinarse por mucho tiempo adquieren el punto de “puré” o crema, a esto le sumamos las patitas de pollo que tienen una gran cantidad de colágeno, este también contribuye aportando espesor a las sopas.

Finalmente logré deleitarme con una suculenta y nutritiva crema de pollo casera.

Todas las fotos son mías, tomadas con mi teléfono RCA-M1.