Refugiarnos en la soledad cuando lo necesitamos, o si tenemos por costumbre hacerlo, no es una práctica negativa, por supuesto. El problema se presenta cuando pretendemos alejarnos de la interacción con nuestros semejantes, cuando no queremos formar parte del dinámico mundo que nos rodea. Es por ello que, tal como usted señala, lo ideal es lograr un equilibrio, saber que es bueno estar solo, pero únicamente interactuando con los demás podemos decir que tenemos una existencia plena... Muchas gracias por su participación en este concurso, amiga. Un gran saludo.