La eterna dualidad del viaje: un hermoso lugar de montañas mágicas en el que sientes la muerte aproximarse en las manos de un ex-conductor de la F1 tras el volante de una gran buseta... Liberación de adrenalina que desenboca luego serotonina. Hehe. Hay que ir pronto. Saludos y abrazos.
Nunca mejor descrito... Ja ja ja ja ja pronto iremos :D