Ayer se mató un amigo
Era paciente psiquiátrico, tenía 43 años, desde la adolescencia padecía de esquizofrenia. Era un gran tipo introvertido pero amable, inteligente, capaz y trabajador pero muy peculiar. Su enfermedad se manifestó al final de la escuela secundaria mediante varios síntomas, pero el más grave eran los delirios; que no son más que ideas fijas a las que amoldaba toda la realidad.
Lo conocí en esa época, éramos malos estudiantes, por pereza y fastidio. De hecho, nos hicimos amigos compartiendo “chuletas” (papeles muy pequeños en los que con una letra apenas legible copiábamos los datos más importantes para luego consultarlas en pleno examen) que nos pasábamos con maestría y total sangre fría frente a las narices del profesor. Durante esa época, noté como siempre volvía una y otra vez sobre la misma idea, al principio no lo tomé en serio, éramos adolescentes despreocupados que simplemente querían disfrutar, salir, en fin, lo que hacen todos los jóvenes, vivir.
La maldita enfermedad fue gradual. Ahora que lo recuerdo, quizás ya estaba mal cuando un día cualquiera la conversación se puso un tanto seria cuando mencionó por primera vez a su tío. Vivía con ellos, era un hombre aún joven, la misma edad que tendría él si aún viviera. Me contó que le parecía que su tío hacia cosas raras, pero no entró en detalles, ni yo tampoco quise indagar más.
La vida siguió igual por un tiempo, pero notaba que su aspecto cada vez se deterioraba un poco, a menudo tenía ojeras y a veces dormitaba en clases. Pero no era algo tan llamativo, porque a veces también yo lo hacía por aburrimiento. Pero su carácter cada vez se hacía más inestable, inició algunas peleas por nimiedades y yo estuve a su lado en algunas, intentando mantener la pelea justa, evitando que entre varios lo golpearan.
Luego de una de esas peleas en que salió particularmente mal parado le dije: ¿Raúl, eres idiota o qué? Te lleva un palmo de altura, pesa casi el doble que tú y le buscas pelea sin razón alguna.Claro que te va a dejar tirado en el piso. Me miró y bajó la cara, al rato dijo, lo sé, sabía que me iba a ganar, pero quería pelear. Después de ese día me fui alejando un poco de él, yo nunca fui violento, peleaba sólo si me obligaban y no era muy bueno. Él tenía días buenos, otros no tanto. Una vez por un momento me buscó pelea pero conociéndolo preferí quedar como cobarde que pelear por una tontería.
En el liceo lo vi por última vez el día del examen. Yo rara vez lo frecuentaba, se podría pensar que la amistad estaba muerta pero aún lo consideraba un amigo. Ese día, el profesor le vio la chuleta, a pesar de ser un maestro haciendo trampas en exámenes esa vez lo pillaron in fraganti. El profesor dijo su nombre en tono autoritario, le exigió el papel. Raúl se negó. El profesor le repitió que le entregara la chuleta. Raúl dijo que no existía tal chuleta. El profesor cada vez más violento se acercó y cuando iba a agarrar el papel que asomaba bajo la hoja de examen Raúl lo tomo antes. El profesor agarró la mano de mi amigo intentando tomar el papel, él cerró el puño. Hubo un segundo de pausa, todos mirábamos la escena fascinados. Se hizo un silencio tenso, allí estaban ambos, de pie en medio del salón; y lo supe. Raúl quería pelear…
Abrió la mano, el profesor tomó la chuleta, pero mientras bajaba la mirada para leer el papel, Raúl cerró el puño y golpeó al profesor en la cara. Fue un gran golpe, el profesor nunca habría esperado algo así, Raúl, mucho más bajo tuvo tiempo para apuntar a la quijada y al golpear el profesor trastabillo hacia atrás, casi cayendo al piso.
Las muchachas miraban escandalizadas, algunas gritaron de la sorpresa, algunos animaron la pelea, yo me levanté del pupitre y corrí a intentar detener a Raúl antes de que la cosa fuera peor. Otros me ayudaron, Raúl gritaba, insultando al profesor, a nosotros por no dejar que siguiera golpeándolo, éramos 4 y aún así nos costaba retenerlo. Poco a poco se fue calmando, cuando después de tanto forcejear no pudo liberarse dejó el cuerpo flácido y empezó a llorar en silencio.
Fue llevado ante el director, al poco tiempo llegaron sus padres con cara grave. Fue expulsado.
Años después coincidimos en la universidad. Restablecimos lazos, seguíamos siendo un poco vagos, usábamos chuletas y después de tanta práctica éramos maestros. Un día tras un examen, ya con una amistad más profunda que nunca le pregunté por aquel día en que golpeo al profesor. Y me contó.
Me dijo que fue expulsado y cambiado a otro colegio, su comportamiento siguió empeorando. Sus padres estaban cada vez más preocupados pero él no podía contarles que le pasaba. Un día después de mucha insistencia al fin les contó a sus padres que su tío quería abusar de él y su hermana. El tío lo negó todo, su hermana también. Le pidieron más explicaciones y datos, él los dio, los padres notaron inconsistencias cada vez más obvias, y decidieron llevarlo a un medico.
El médico, luego de unas cuantas sesiones, lo diagnosticó como esquizofrénico, le recetó tratamiento y habló con sus padres. La mejoría fue lenta, en un par de meses su personalidad se había estabilizado. Tuvo recaídas, la dosis fue ajustada en varías ocasiones, pero al final la enfermedad fue controlada. Él y su familia después de mucho sufrir lograron tener una vida relativamente normal.
Pero ayer se mató.
A los amigos más cercanos y familiares nos envió un email, no lo reproduciré en su totalidad por respeto a su familia y su memoria. Solo unos pocos fragmentos.
“No volveré a herir a nadie ni seré una carga”
“Llevo meses sin poder tomar mi medicina”
“Los quiero a todos y quiero darles paz”
P.D: Raúl no existe, nunca existió. Es un tema urgente que debe ser tratado, por eso esta publicación. La enfermedad mental es un cáncer que consume vidas en silencio y que sin tratamiento causa a diario tragedias como esta. Un gran abrazo para aquellos que padezcan o convivan con la enfermedad mental.
Se puede escribir desde la ficción o se puede escribir imitando la realidad. En este segundo caso un escritor alcanzará el éxito cuando no se pueda saber si la historia es real o ficticia.
Hasta la posdata no sabía si era un relato o una historia.
Te felicito, lo has bordado. ¡Y de paso pones luz sobre una de las cosas mas terroríficas que puede vivir una persona y su entorno.
Muchas gracias! Es un tema delicado y puede causar polémica, me pareció que esta era una buena manera de abordarlo pero me producía cierto temor de que fuera malinterpretado. Al parecer mi temor era infundado.
Excelente escrito y que debe ser tomado en cuenta ya que dado lo agitado de nuestra sociedad existen muchos similares que nadie sabe que lo son.
Estamos ante esta horrorosa realidad acá en Venezuela, en la que no es sólo la falta de medicamentos para salud mentail, sino para todo, la que nos está matando lenta y dolorosamente. Es una desgracia que hasta allá hayamos caído, conozco muchas personas que sufren de epilepsia y sufren para conseguir los medicamentos o, peor aún, mi propia sobrina sufre de convulsiones y tuvimos que recorrer todo el país para conseguir su medicina, que al final compramos revendida.
Pasan esas cosas y otras incluso peores. Pero no sólo en Venezuela, existe aún en muchas partes un tabú respecto a este tipo de enfermedades, muchas personas quedan sin atención por desconocimiento o simple negligencia de sus familiares. Gracias por el comentario.
Muy buen tema, no solo es un cancer para el que lo sufre, si no que afecta a todo su entorno, no es facil lidiar con pacientes con problemas psiuiatricos, es agotador, y es dificil no perder la paciencia, por ello siempre se debe acudir a personal especializado, debido a que pensamos que podemos, y no es asi, porque son personas que no entiende y a veces nos cuesta entender que eso es una enfermedad, muy buen post!
Gracias, en realidad no es un buen tema; es un tema triste, duro y cruel; pero es necesario tratarlo, más aún en estos momentos donde parece que todo se derrumba y cada vez es más difícil mantener la cordura. Y tienes mucha razón, hay que acudir a médicos.
Tristemente en algunos casos quienes deben tomar la decisión de llevar al paciente al medico no lo hacen por ignorancia o vergüenza, asumen que llevar a la persona enferma a un psiquiatra es motivo de censura como si lidiar con una enfermedad mental en silencio fuera algo bueno.
Gracias por este post! Me gradué en Psicología y ahora estoy en un Máster. Pero por mucho que avancen los tratamientos, la medicina o se pueda explicar exactamente que le pasa a un paciente...habrá siempre personas que no vean la realidad.
Hay muchos estigmas respecto a esta enfermedad. Confunden la esquizofrenia con ciertos rasgos de psicopatía. Y me duele, me duele que se confundan los trastornos mentales pues son problemas que perjudican la salud de las personas. Pero siempre hay alguien que no opina lo mismo. Que considera que los trastornos o problemas mentales no son tan importantes como la salud física.
Por mucho que recalque que en la salud no sólo interviene lo físico, también lo mental, emocional, social, etc....
Siempre, siempre, habrá alguien con una venda en los ojos.
Y es muy triste. Porque es la realidad.
Publicaciones como las tuyas ayudan a que se visibilice la importancia de estos problemas para la SALUD.
Me ha encantado.
Gracias, espero que sea de ayuda. Hay desconocimiento, tabú, miedo y algo de estupidez en los prejuicios respecto a la enfermedad mental. Muchas veces la gente piensa que quien padece una de estas enfermedades hace ese tipo de cosas por maldad o estupidez; no es fácil entender que para una persona enferma su realidad las hace actuar de una manera totalmente razonable para ellos.
Impactante, me conmovió.
Gracias por leer, es un tema duro pero me alegra haber logrado remover un poco a quien lea la publicación.
Me gustó la forma en que relatas la historia, me llegó... :'(
Saludos.
Gracias por leer. Mientras más gente reciba el mensaje mejor, entre todos podemos visibilizar un poco más este problema.
Hay que prestar más atención a los trastornos mentales. Muy buen escrito, si quieres pásate por mi blog, tengo algunos, creo que te gustará el último que escribí.
Gracias por leerme! Me dio curiosidad tu comentario y pasé por allá, leí un par y son bastante buenos. Lastima que mi voto valga nada (por eso no voté), pero me gustó bastante tu estilo y los temas; de hecho mientras leía pensé ¿Por qué no he escrito aún sobre esto? Y me decía cosas como, oye yo habría manejado esto así o que bien la manera en que hizo esto.
Sigue escribiendo, ten paciencia y no te desmoralices porque veas post de gatos ganando 500 SBD, eres buena y con tiempo seguramente verás recompensados tus esfuerzos, sin contar la posibilidad de practicar y encontrar lectores :)
Gracias a ti por compartir escritos tremendos como estos. Gracias por tu valoración, mi voto no es que valga mucho, pero la intención es lo que más cuenta jajaja. Eso que te pasa a ti también me pasa mucho a mí cuando leo libros, en especial los de poesía, he encontrado muchos poemas buenos que dicen cosas exactamente como las he pensado. Seguiré tu consejo de la paciencia, y sí, a veces veo post chapuzas ganando un montón de dinero, pero hay que ser constantes en esto, muchas gracias, de verdad. Un abrazo :D.
Tengo un tío que sufre de demencia senil, el tema de las medicinas y las actitudes que ha tomado a lo largo de los últimos años es único, es difícil para su familia más cercana e incluso se vuelve incomodo.
Mi tía lo afronta de una forma muy natural, pero que difícil es poder llevar una enfermedad mental de un familiar.
Que buen escrito. Un saludo br.
Es una situación dura, mucha gente ha convivido con alguien que padece alguna enfermedad mental y si no tienen apoyo pueden sufrir ellos mismos consecuencias. Gracias.
Excelente, inclusive me puso la piel de gallina. Las enfermedades mentales son las que menos se toman en cuenta, pero como dices tú consumen personas en silencio
Gracias. Lo peor es que sufren en silencio y es difícil comprender el infierno que viven.