Si bien es cierto que el hombre ha usado la tecnología para progresar en diversos aspectos, igualmente esta ha sido la principal arma contra la conservación del planeta, ya que como depredador natural ha obviado el hecho que se puede progresar y convivir con la naturaleza, respetando los espacios de la misma. Mientras esto no ocurra el futuro es incierto ya que la destrucción acelerada de todo el entorno terminará provocando como así ha ocurrido la destrucción de especies animales y vegetales, el cambio climático, la invasión de espacios como corrientes de agua, explotación descontrolada de los suelos, ataque desmedido a la atmósfera que nos protege de los rayos solares ultravioletas, etc.. Hay que regresar a la raíz de la civilización cuando el intercambio entre naturaleza y hombre era beneficioso para ambos.