Yo soy menos pesimista. Si bien es válido el escenario que planteas como posible de seguir las tendencias pasadas, creo que hay que observar también las tendencias actuales. Los tiempos están cambiando. En muchos países desarrollados está creciendo la conciencia individual. Tenemos consumidores mejor informados y más preocupados por el impacto que ejercen sobre el ambiente con cada decisión de compra que realizan. Saben que cada vez que eligen un producto están votando por una dinámica productiva empresarial. Ahora pueden influir en que ésta cumpla con parámetros de responsabilidad social y sustentabilidad. Y cada vez hay una mayor innovación en este sentido. Las tecnologías de rastreo de origen facilitan bastante todos estos procesos. Además, los avances tecnológicos ya disponibles permiten un manejo efectivo de problemáticas de toda índole, incluidas las que se avizoran como emergentes junto con el aumento de la población. Todo ello hace que, junto a los cambios que están operando en las nuevas geometrías del poder, la actitud optimista respecto al futuro deje de parecer tan carente de sustento en la realidad.