El Cenicero de RisckyLu-Maquinaria de muerte. Lo que Hannah Arendt denominó La Banalidad del Mal (reflexion).

in #spanish7 years ago (edited)

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Me gustaría empezar este post de la siguiente manera:

“El problema vino cuando el nazi Adolf Eichmann rechazó insistentemente cualquier acusación que tuviera que ver con lo personal, como si no tuviera nada por lo que ser castigado o perdonado. Él protestaba una y otra vez ante las acusaciones del fiscal diciendo que él nunca había llegado a hacer nada por iniciativa propia, que jamás tuvo intenciones de ningún tipo ya fueran buenas o malas, que solamente cumplía órdenes. Este argumento habitual de los nazis demuestra que los males más grandes pueden ser cometidos por cualquiera y que para ello no hace falta tener motivos, fuertes convicciones o corazones crueles o intenciones malévolas, basta simplemente con negarse a ser persona y por eso a este fenómeno he decidido llamarle La Banalidad del Mal...”

Fragmento de la película biográfica de Hannah Arendt, filosofa alemana judía, si puedes conseguir esta película te invito encarecidamente a verla…

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La historia en una escena

Fue en finales del año 2014 si mal no recuerdo cuando vi esta película que tenía como objetivo retratar un fragmento de la vida de la filósofa Hannah Arendt, específicamente los sucesos y acontecimientos circundantes al juicio del teniente coronel de la SS nazi Adolf Eichman quien había logrado escapar a Sur América tras el fin de la segunda guerra mundial. Hubo un fragmento del film que particularmente me capturó mucho y me hizo examinar algunos recuerdos de mi pasado, la sensación que me causó ya la había sentido en años anteriores, era algo sumamente familiar. Quizás sea algo tonto, quizás pienses que nada de esto no tiene que ver con lo que quiero hablar, pero a veces ni yo mismo me entiendo o me cuesta expresar lo que pasa por mi mente.

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¿Nos echamos una partida? Comencemos.

Me encontraba el pleno apogeo del año 2010 la séptima generación de consolas ya habían hecho su explosivo debut en el mercado, todos los gamers estábamos a la expectativa de lo que traería esta nueva generación y junto con ellas conocimos un despliegue visual que jamás habíamos visto hasta la fecha, incluso a días del año 2018 es algo que aún me sigue sorprendiendo. Los gráficos más realistas e increíbles jamás hechos, la jugabilidad mas única, profunda e intensa y demás que decir.
Había salido de vacaciones y los videojuegos eran un pasatiempo bastante recurrente, no tenía consola propia así que visitaba con mucha frecuencia a algunos amigos cada vez que podía para deleitarme con las maravillas que estaban disponibles para aquella generación. Hubo una ocasión en especial en que me quedé una semana o quizás un poco más en casa de un amigo llamado Argenis, entre los juegos que más jugamos se encontraba Call of Duty World at War, un juego de tiros ultra genérico de esos que sacan una vez cada año para cada consola con temática de la segunda guerra mundial.

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Un día me animé a jugar la campaña individual en la dificultad más difícil, no era porque fuera muy bueno jugando si no que quería tener una experiencia lo mas cercana a la guerra, lo más real posible, quería aproximarme más a lo que se sentiría estar en una batalla real, comencé a inventar una historia para mi personaje y sus compañeros sobre cómo había acabado combatiendo en aquella guerra, eso hizo que me interesara más por los ya acartonados personajes y sinceramente hizo más entretenida y amena la experiencia de juego, casi podía sentir que era parte de la historia, un heroico soldado más combatiendo junto con sus camaradas. Me hallaba a mí mismo de lo más feliz y tranquilo asesinando a todo nazi que se me pusiera delante, cuando en uno de tantos intercambios de fuego en donde todos los enemigos fueron aniquilados, decidí examinar uno de los cuerpos enemigos que yacía en el suelo, era solo un modelo más de personaje del juego, un obstáculo más hacia el objetivo principal, sin embargo en su cara podía reconocer a una persona, otro personaje más para mi historia ficticia de la guerra, decidí ponerle un nombre así que le llamé Thomas Kruger y como todo personaje inventé una micro historia para él.

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Imaginé a Kruger como un chico alemán cualquiera, quizás creció en el campo a las afueras de Berlin o en algún pequeño pueblo en otro lugar de aquella Alemania, quizás era granjero, quizás se preparaba para ir a la universidad, quizás tenía hermanos, novia o esposa o tal vez hijos, imaginé como habría sido su niñez antes de que todo comenzara y de cómo lo llevaron a luchar en una guerra que quizás él no comprendía, traté de imaginar en lo que hubiera pasado por su mente al estar a punto de ser asesinado por mi parte, quizás estaría arrepentido de haber terminado de aquella forma, tal vez le dedicó unos últimos pensamientos a alguien especial como su novia, algún amigo, sus camaradas caídos o a sus padres y quizás guardaba el anhelo de que su familia pudiera encontrar sus restos y darle sepultura. En ese momento no vi Thomas como mi enemigo, solo era otra persona más dentro de una gran maquinaria de asedio y que todos los cadáveres de aquellos modelos de personaje del juego que dejé a mi paso pudieron haber sido personas, personas con amigos, personas con familias y nombres. Quizás les parezca estúpido pero en ese momento no pude ver a Call of Duty de la misma manera y tampoco pude terminar mi heroica cruzada hacia Berlin, ya no me parecía tan divertido.
La potencia gráfica de estas consolas y sus juegos, llevada de la mano con mi incorregible exceso de sensibilidad y la película sobre Hannah Arendt, la cual vería años mas tarde fueron los factores que me llevaron a un sendero de pensamientos que cambiaron un poco mi manera de ver los videojuegos.

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La Jaula del Burócrata.

La película de Hannah Arendt despertó un interés en mí por buscar información de aquel juicio contra Eichmann, el sujeto fue capturado en Argentina y llevado a Jerusalén para responder por sus crímenes, Hannah fue asignada a cubrir la noticia del juicio que llamaba la atención de los medios a nivel internacional, ella fue a Jerusalén esperando encontrar a un hombre monstruoso, un sádico asesino, un ser de pura maldad pero lo que descubrió fue mucho peor de lo que ella imaginaba. Adolf Eichmann no era el demonio que se esperaba, no estaba mal de la cabeza, no era un monstruo y según Hannah tampoco era un antisemita, Eichmann era un tipo común y corriente, un ser más del montón como todos, un don nadie. Justificaba todos sus actos bajo el argumento de que el nunca hizo nada por motivos propios, que solo seguía las ordenes de sus superiores.

“No perseguí a los judíos con avidez ni placer. Fue el gobierno quien lo hizo. La persecución, por otra parte, solo podía decidirla un gobierno, pero en ningún caso yo. Acuso a los gobernantes de haber abusado de mi obediencia. En aquella época era exigida la obediencia, tal como lo fue más tarde la de los subalternos.”

“Yo cumplía órdenes, independientemente de si murieron personas o no, las ordenes tenían que ser ejecutadas según marcaba el procedimiento administrativo yo solo era responsable de una pequeña parte de esto”

Eichmann durante su juicio en Jerusalén. 1960

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Es impresionante y escalofriante también, la sobriedad con la que Eichmann declara ante la corte sobre sus actos, como si todo hubiera sido parte de un procedimiento administrativo de rutina, como si para él la humanidad fuera algo insignificante que se puede desechar y los judíos en lugar de personas fuesen objetos prescindibles. A pesar de esto Arendt vio inquietantemente que en la cotidianidad de su vida Adolf Eichmann no era distinto al sujeto promedio, no era un tipo brillante ni tampoco monstruoso, no tenía motivación ni razón alguna para lo que hizo, lo único destacable de aquel lastimero personaje era su profunda falta de reflexión y de criterio. Llegué a la conclusión personal de que quizás la base del nazismo no se apoyaba en una maldad pura y abstracta o fuertes convicciones ideológicas, me parecía más bien que era el producto de una sucesión de rangos y jerarquía integrada por hombres insensibles y banales y alimentada por una masa social carente de reflexión.

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Muy interesante y todo pero ¿Qué coño tiene que ver una cosa con la otra?

Si aún sigues aquí conmigo seguro te preguntaras que tiene que ver todo esto con mi historia sobre videojuegos, yo creo que los juegos, quizás algunos sin saberlo han tratado este tema en muchas ocasiones, la falta de empatía y la deshumanización del enemigo.
Tal vez estoy siendo muy moralista y aburrido, no tengo nada en contra de los juegos violentos, al contrario, me gustan los videojuegos violentos y me encantan que sean así, no hay que engañarnos cuando jugamos videojuegos solemos hacer cosas muy sangrientas y de poca etica. Hay videojuegos que nos incitan a ser violentos, pero en muchos casos la violencia es una de las opciones a la que puedes apelar, queda a tu elección, sin embargo en Call of Duty es el único móvil para hacer avanzar la trama y nos limita a cumplir las órdenes que vienen de arriba, haciéndonos recorrer la senda del héroe y todo lo que está en nuestro camino es solo un obstáculo a eliminar, haciendo de la matanza la solución a todo y con eso perdemos todo rastro de empatía. No digo que esto sea algo malo en los videojuegos pero creo que cuando la violencia se convierte en el único medio para un fin y se hace el epicentro de la narrativa de un juego estamos desperdiciando el gran potencial que los mismos tienen para transmitir un mensaje o hacernos reflexionar, no solo como algo para pasar el rato.

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La exploración de la empatía a través de la consola.

Después de todo este pequeño momento de sensibilidad, dramatismos e intensidad me gustaría hablarles de dos juegos en particular que en mi humilde opinión rompen esa barrera.

This War of Mine.

El primero creo yo es el juego que más experimenta con la empatía, This War of Mine se ambienta en una ciudad devastada por los conflictos bélicos, donde no encarnamos a los soldados sino que tomamos el papel de un superviviente, el objetivo es recolectar recursos, buscar comida, refugio y cuidar de nuestros compañeros para que logren pasar del invierno, este juego nos incentivará a tomar elecciones muy difíciles incluso algunas podrías considerarlas terribles, los enemigos además de los soldados también son otros civiles que tratan de sobrevivir, quizás creas que estoy exagerando pero matar a alguien en este juego no es tan entretenido como uno supondría, es un juego que busca hacerte sentir antes que apretar el gatillo.

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Spec Ops The Line.

El segundo juego del que me gustaría hablar es Spec Ops The Line, un juego de disparos en tercera persona que de buenas a primeras aparenta ser un festival de sangre y diversión como todo buen juego de tiros, pero bajo esa mascara se esconde algo más siniestro, es un juego que te anima a seguir ordenes pero estas órdenes son horribles, ordenes que te cuestionaras, ordenes que quizás no vayas a querer seguir y esa es la base de su historia, su narrativa se apoya en ésto, al principio te sientes como un héroe pero mientras más te adentras en el juego te das cuenta de que las cosas no son como tú las crees. Spec ops The Line muestra el lado crudo de la guerra, en este juego no hay héroes ni villanos, no hay misiones llenas de gloria, te enseña que no importa de qué lado estés, en una guerra siempre perderás, no puedes jugar a ganar y sin darte cuenta al igual que el coronel Adolf Eichmann te has convertido en un engranaje más de una maquinaria cuyo objetivo es la matanza. Este juego en mi opinión es la muestra de que se puede aprender y esperar algo más de un juego de disparos cualquiera.

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El final del drama.

Creo que es impresionante el impacto o el mensaje que se puede transmitir a través de los videojuegos, no los veo tanto como un pasatiempo, creo que de ellos podemos aprender muchas cosas y hacernos ver que hay algo más en ellos que solo un simple entretenimiento.

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Datos de Adolf Eichmann en Wikipedia

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Entrega anterior

El Cenicero de RisckyLu Primera entrega.

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Gracias por llegar hasta aquí...

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Enhorabuena, al fin sacas a relucir este post.

Espero que te haya gustado amigo, muchas gracias por pasarte por aquí. Nos estamos leyendo!

Tremendo escrito, e impecable la conexión directa que haces de un caso alojado en el plano real con las dinámicas del mundo virtual donde estas morales tienden a pasar desapercibidas por la psique humana, te felicito por compartir tan grandiosa idea!

Muchas gracias man, me alegra mucho que te haya gustado, este post es muy importante para mí, gracias por leerme y por tus palabras. Te deseo muchos éxitos en tus publicaciones.

Me encanta el enfoque que le das a todo. El detalle que incluso «sin existir», termina siendo percibido con una mezcla de imaginación y reflexión, al mismo tiempo que se enfoca por completo la realidad. Excelente post, Risckylu.

Amigo muchas gracias por comentar, me alegra que te haya gustado mi trabajo realmente lo aprecio mucho. Te mando un gran saludo! :)

Excelente. Hace un tiempo he estado pensando en que si hay un proceso de "deshumanización". La guerra crea esos conflictos, fragmenta la mente, te vuelve un ser extraño a este mundo. Lo interesante es que tu pudiste observarlo estando en una realidad virtual, has podido salir de la automatización y pensar, pero sobretodo sentir, que es lo que más allá de todo nos vuelve humanos.
Saludos hermano!

Concuerdo contigo amigo muchas gracias por haberte tomado el tiempo de leerme y espero que hayas disfrutado de mi post, un gran saludo para ti.

Qué fino que tuvieras esa revelación personal años después y pudieras conectar los hechos. No me parece tonto, sino, como dices, es cuestión de empatia. En los juegos, comiquitas, novelas, tienden a recrear situaciones muy bélicas y esto tiende a quedar en el inconsciente de las personas, porque de algún modo, hay mucha violencia en la sociedad y estas creaciones (los juegos y demás) son reflejos.
También es interesante eao que planteas, muchos nazis sólo seguían ordenes, porque sino los mataban a ellos también, es algo de sobrevivencia. Pero también está el saber que estás formando parte de un genocidio y aún así, seguir. Es complejo.
Saludos!

Muchas gracias de verdad :De me alegra mucho que te haya gustado y aprecio tu comentario, y si la deshumanización presente en muchas cosas no solo en los vídeojuegos. Te mando un gran saludo y gracias por leerme, estaré pendiente de tu contenido :) .

Excelente post, broder, muy buen planteado el argumento.

Pilas con esta parte, cuando puedas la corriges "carente de relfexión."

Gracias por el comentario amigo, ya lo ajusté ese detalle, me alegra que te haya gustado :)

Acabo de publicar uno sobre el tema de Adolf Eichamann, en venezuela parece que lo que este hombre representó y su obediencia ciega, es un tema que vivimos a diario, me gustaria contar con tu voto y comentarios en mis post https://steemit.com/cervantes/@erikabriceno/la-banalidad-del-mal-adolf-eichmann-y-su-holocauto