Día de la madre sin mamá…

in #venezuela6 years ago (edited)

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Día de la madre sin mamá…


16 de agosto, desayunamos como de costumbre.

Media mañana. Llega mi tía a visitarnos y mi madrina se acerca para llévame con ellos a un paseo en el campo.

Era domingo.

Se despidió con un beso en el aire y una leve sonrisa, mamá se quedaba con la visita de mi tía mientras yo disfrutaría de un día entre vacas y caballos.

1 de la tarde. Luego de una llamada todos nerviosos susurran entre ellos, algo pasa, ninguno me mira a los ojos.
Debemos irnos de imprevisto. ¿Tan rápido? ¿Pero si aún no me he montado en el caballo? Me decía mientras caminaba hacia el auto.

En el trayecto de regreso un silencio sombrío llenaba los espacios. Ya yo quería estar en mi casa para contarle a mi mamá lo extraño que terminó resultando el anhelado paseo.

No me llevan a casa, nos dirigimos a la casa de mi madrina. Siguen sin mirarme a los ojos, ya me estaba incomodando.

Mi madrina con voz trémula me llama y me pide que me siente. Me dice las palabras que cambiarían mi vida para siempre.


Perder a tu madre cuando tienes 11 años y ella representa todo en tu vida no es algo fácil de superar. Es un dolor que se duerme y despierta por temporadas, es un vacío con el que se aprende a vivir. Perder a la persona que más te va a querer en tu vida tan temprano te hace crecer con un sentido de desprotección e inseguridad que a la vez se va transformando en una fuerza e independencia que terminan siendo necesarias para enfrentar los altibajos del camino.

Si tienes a tu madre contigo, disfrútala, bendícela, bésala. Si como yo tienes a tu madre en otro plano, hónrala siendo feliz. Recordándola con amor y gratitud, pues en donde sea que esté una madre, en presencia o en ausencia, siempre querrá ver y sentir a su hijo viviendo desde la alegría.

Hoy celebro un día de la madre sin mamá, pero con la alegría de serlo yo, y la certeza de que desde donde se encuentra, me mira y sonríe en paz.


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No hay nada peor que esa pérdida, es muy difícil de superar, pero si hacemos las cosas bien mientras están vivas, luego de su partida, las recordamos con una sonrisa, y puede que una que otra lágrima se asome, pero no de tristeza, sino de cariño y amor (lo sé porque así recuerdo a mi abuela y a mis tías queridas).
Por eso mismo intento hacer lo mejor por consentir a la mia, mientras la tengo, aunque recientemente la vi morir y compartí esa experiencia. Si te animas, puedes verlo e mi Blog.
Te mando un fuerte abrazo.

Muchas gracias. Me alegra que tengas conciencia de la bendición que tienes, otro abrazo para ti.